¿Cuáles son los materiales de un contenedor?

materiales de contenedores

Un contenedor marítimo debe ser lo suficientemente resistente para soportar viajes pesados y a la intemperie. Actualmente, existe una gran variedad de estructuras, cuyo uso depende del tipo de mercancía que se quiera transportar, es por ello que es importante conocer los tipos que existen y sus materiales:

¿De qué están hechos?

Los contenedores deben estar hechos a base de materiales que sean resistentes, que protejan y garanticen que la mercancía que se está transportando llegue a su destino en óptimas condiciones. Algunos de los más comunes para fabricarlos son:

  • Acero: Es el principal componente de la estructura de los containers. Su dureza permite apilar más de una caja o moverlas empleando maquinaria pesada, y su alta resistencia a la corrosión lo hace ideal para soportar la oxidación causada por la brisa marina.
  • Madera contrachapada: Generalmente, se emplean maderas muy duras como la caoba, las láminas no tienen huecos ni agujeros, por lo que evita que se filtre la humedad y la hace muy resistente. Se usa para la fabricación de los pisos del contendor.
  • Recubrimientos extras: Con el fin de proteger la mercancía en un 100 % se utilizan químicos antihumedad o térmicos que eviten hongos, óxido o que resguarden las temperaturas ideales para mantener la frescura de la carga durante todo el viaje.

¿Cuáles son los tipos que existen?

Además de sus materiales, un contenedor también se clasifica de acuerdo a su tamaño y uso, entre los que pueden ser:

  • Dry van (Caja seca): Es el contenedor más utilizado y versátil de todos. Consiste en una estructura hermética que asegura que la mercancía esté completamente aislada del exterior. Los más comunes son de 20 y 40 pies, aunque es posible manejar otras medidas que van desde los 10, 20, 30, 45, hasta los 53 pies.
  • High cube: Su altura de 3 metros es su principal característica, es usado para cargas ligeras pero voluminosas. Están construidos de acero corten y son muy resistentes.
  • Open top: Como su nombre lo indica, son cajas abiertas cuyo techo es de lona impermeable. Se utilizan para transportar mercancías que son tan voluminosas que necesitan ser trasladadas mediante grúas para colocarlas por encima, por ejemplo: maquinaria pesada. Sus medidas son iguales a las cajas secas.
  • Open side: Estas cajas cuentan con puertas en sus laterales, que permiten la entrada y manipulación de la carga. Son usadas para cargas voluminosas y de grandes longitudes, maneja las mismas medidas que una caja seca.
  • Flat rack: Este tipo de contenedor carece de techo y laterales y, en algunos casos, no tienen ninguna pared. Normalmente se usan para máquinas o vehículos. Para mantenerlos estables, cuentan con barras y anillos laterales que los aseguran al suelo.
  • ISO tank: Estos se utilizan para transportar cualquier tipo de líquido a granel, ya sea cerveza, combustibles o químicos. Consiste en una cisterna rodeada de vigas de acero que ayudan a apilarlas como cualquier otra caja. Deben llenarse entre el 80 % y 95 % de su capacidad para evitar derrames durante el viaje. Se construyen de acuerdo a las Normas ISO y de acuerdo al tipo de líquido a transportar.
  • Contenedor bulk: Son muy parecidas a las cajas secas, pero cuentan con aperturas en la parte superior con escotillas y tubos de carga para almacenar mercancía a granel, como granos o azúcar.
  • Contenedor reefer: Se utilizan para el transporte de mercancías sensibles al calor: verduras, lácteos, carnes frías, chocolates. Están constituidos de aislamiento térmico y un motor refrigerador que mantiene la temperatura adecuada para cada tipo de carga.

Como ves, estas cajas enormes son fundamentales para el transporte de cualquier tipo de mercancía. Su utilización permite la homogeneización de las cargas, facilitando el manejo y transportación segura, además de optimizar la carga y descarga, minimizando el tiempo de estadía de un barco en puerto.

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