Según los registros del Inpec para abril del año 2021, el hacinamiento carcelario en Colombia asciende al 21.02%, para una capacidad de 80.892 cupos. La cifra de reclusos está en el orden de 97.899 y de los 132 centros de reclusión, 73 de ellos están en condiciones de hacinamiento.
Las personas privadas de la libertad duermen en espacios de metro y medio, con salubridad nula y carencia de agua potable, condiciones que entre muchas otras, hacen parte de la realidad de la mayoría de las cárceles del país.
Las instituciones penitenciarias han sido denunciadas al no cumplir los estándares mínimos para garantizar los derechos humanos.
Este escenario tiende a empeorar por la pandemia, a la fecha se registran 216 casos de contagio en toda la población carcelaria en el país.
Correspondiente a 153 internos, 15 funcionarios y administrativos, 39 funcionarios del cuerpo de custodia y vigilancia y 9 auxiliares del cuerpo de custodia.
Además de la pandemia, la salud mental es otra variable que está afectando a las personas privadas de la libertad, “la Defensoría del Pueblo de Colombia alertó este miércoles de la desprotección que sufren los reclusos con problemas de salud mental, ya que para los 2.060 internos con ese tipo de afecciones, solo hay 120 cupos en las 138 cárceles del país. Allí, las celdas no cuentan con agua y “la toma de sol se hace en jaulas construidas dentro de la Unidad de Salud Mental”, añadió la Defensoría.
Según la Defensoría, en esta cárcel, hay casos de esquizofrenia, psicosis maniaco-depresiva, crisis de ansiedad y ataques de pánico, entre otras patologías.
Ante este panorama, en el que se evidencia que las cárceles siguen siendo vulnerables escenarios, con tendencia a convertirse en un foco de contagio incontrolable, la empresa E-Containers, dedicada a la elaboración de soluciones modulares, basada en la restauración de contenedores marítimos, ofrece una solución eficaz de ampliación: Unidades Móviles Penitenciarias (UMP), módulos hechos de contenedores que se adecúan a las necesidades de las cárceles brindando seguridad y condiciones sanitarias óptimas con la posibilidad de ofrecer una vida digna a las personas privadas de la libertad y una alternativa de bajo costo.
Para la compañía, las UMP son la mejor alternativa ante el hacinamiento teniendo en cuenta los recursos económicos y el tiempo con el que se cuenta para actuar.
“Una renovación de la infraestructura carcelaria resolvería muchos otros problemas que van de la mano con el hacinamiento”, asegura la compañía.
La empresa tiene la capacidad de acondicionar contenedores para 400 personas en un mes, en cada uno de estos contenedores de 20 pies se albergan 4 personas, la estructura con la que se fabrica el contenedor para su primer uso es en acero y aluminio, lo que es determinante para la seguridad del recinto, además la adecuación de puertas y ventanas de aluminio con rejas de alta seguridad.
La ampliación con esta solución modular de la institución penitenciaria reduciría considerablemente los costos y tiempos de construcción entre un 70 y 50% frente a una ampliación tradicional.
En este caso, una alianza entre el gobierno y empresas que ofrecen este tipo de innovaciones, posibilita una salida inteligente y eficaz ante el panorama actual.
“Los cambios nos exigen actuar rápido y por consiguiente, la acción integral de todas las soluciones es lo que va a permitir que el virus tenga el menor impacto posible en nuestra sociedad”, concluye la compañía.