El contenedor refrigerado es un recurso para el transporte de productos perecederos como carnes, lácteos, frutas, flores, fármacos y muchos más, que requieren del control permanente de la temperatura para alargar su vida útil. Es necesario realizar algunos cuidados con el objetivo de garantizar el buen funcionamiento de este contenedor.
Cuidados después de la instalación del contenedor
Las siguientes medidas te ayudarán a tener un depósito en buen estado y siempre listo para su uso.
Limpieza constante
Debes cumplir con un manual de procedimientos de limpieza para garantizar una desinfección profunda, en la que retires totalmente cualquier fuente de contaminación, corrosión y otros elementos no deseados que puedan provocar afectaciones en el aislamiento y carrocería en general. De esta manera, el contenedor tendrá un funcionamiento correcto y una vida útil mayor. Puedes encontrar más información en estos consejos para mantener la limpieza adecuada del contenedor.
Mantenimiento preventivo
Es indispensable que realices las actividades de mantenimiento como mediciones de las temperaturas, revisión general del sistema de enfriamiento y paneles de control de manera frecuente, cumpliendo con el plan de mantenimiento brindado por el fabricante, propietario o algún tercero especializado en la materia.
Descongelado periódico
Este representa un cuidado fundamental, ya que, de no realizarse en el interior del contenedor, empiezan a acumularse capas de hielo que no son necesarias. Esto genera humedad y contaminación para la mercadería y el propio contenedor, por lo tanto, realizar el descongelamiento contribuye al funcionamiento óptimo del depósito. Muchos contenedores cuentan con una opción donde se puede configurar y programar el descongelamiento automático. En caso de tener un exceso de hielo innecesario, debes retirarlo tomando las debidas precauciones.
Realizar buenas prácticas de carga de la mercancía
Para que la distribución y circulación del aire frío en el interior del contenedor se realice correctamente es importante considerar algunos cuidados al momento de cargarlo. Entre ellos están dejar una separación de 10 a 15 cm entre la mercancía y el techo del contenedor, ubicar los pallets y la carga de tal manera que se formen pasillos para la circulación del aire y no obstruir las salidas de aire ubicadas en el piso del contenedor.
La carga de mayor peso debes ubicarla en la parte inferior y parte trasera. Esta debe ser distribuida uniformemente y quedar estática para evitar riesgos durante el transporte.
No realizar reparaciones inapropiadas
No es bueno que hagas reparaciones no recomendadas por el fabricante, las cuales, al contrario de mejorar, pudieran perjudicar el funcionamiento del contenedor e incumplir con las normas internacionales estándar. De igual manera, las reparaciones deben ser realizadas por especialistas, con la utilización de equipos y herramientas profesionales que no ocasionen deformaciones, ondulaciones o cualquier otro daño leve o mayor, ya que puede afectar el aislamiento térmico.
Apoyarse en el fabricante
Por último, te recomendamos que antes de realizar cualquier tipo de actividades que modifique o pueda afectar el contenedor, te pongas en contacto con el fabricante u otra empresa que brinde consultoría especializada en el tema. De esta forma evitas incumplir las normas internacionales y poner en riesgo el funcionamiento correcto del contenedor, lo que representará cuantiosas pérdidas y en el peor de los casos daños permanentes en el sistema de enfriamiento.
Por la naturaleza del comercio internacional actual y la velocidad del transporte de mercadería, los contenedores se ven expuestos constantemente a factores que pueden afectar su correcto funcionamiento.
Toma muy en cuenta estos consejos para contar siempre con un contenedor en buenas condiciones y óptimo funcionamiento. Recuerda que la mejor manera de hacerlo es mediante el cuidado preventivo y constante. De esta forma, la mercancía, el propietario, los clientes y los consumidores estarán conformes con los resultados obtenidos.